jueves, 13 de diciembre de 2018

Criadores de malvas (episodio 1)












La tarde caía y los infértiles rayos de sol se difuminaban en nuestros rostros a través de la luna lateral de la guagua que nos traía de una excursión organizada por el colegio. Había sido un día lleno de alegría, vitalidad, y efectividad. Ésto último por mi osadía de hablar con una chica de mi clase que me gustaba mucho. Solía llevarme mi vieja guitarra a algunos eventos extra-escolares, aprovechando la compañía de ciertos amigos, que no sólo se defendían tocando, sino que también poseían gustos e ideas afines a mi visión de la música. Recuerdo como si fuera ayer que llegué a casa, lleno de tierra, ya que habíamos estado en el monte disfrutando de un día diferente. Me metí en baño, con la intención de darme una buena ducha,  mientras me desvestía, por error seleccioné la función de radio, en lugar de la de tape en el radio cassette que usaba siempre mientras me duchaba. No sé por qué razón me quedé escuchando el programa que emitían ese 8 de Abril de 1994, fue como una señal, como si alguien quisiera o tuviera la necesidad de contarme algo trágico. Hablaba Joaquín Luqui, un genio como comunicador, y un excelente ser humano, que amaba sobre todas las cosas la música. 

Con un tono sosegado, y triste, daba la lamentable noticia de la muerte del carismático líder de Nirvana Kurt Cobain. No creo en las casualidades, pero si he experimentado situaciones que me han hecho dudar sobre este pensamiento.
Este hecho, me hizo estremecerme de una manera terrible, no solo por el hecho de que alguien al que admiras sobre manera, no volverá a salir a un escenario, o no hará unas polémicas declaraciones sobre algún tema candente, sino por cómo ocurre el suceso en el que me doy por enterado de su irreparable pérdida.




Para mí, los músicos son como los amigos de los cuales nos rodeamos. Nos acompañan siempre, nos hacen reír, llorar, enfadarnos, tal y como lo hacen los colegas del día a día. Por eso me tomo la marcha de todos ellos como si muriera un amigo de mi círculo más cercano. Por desgracia ya he tenido que pasar por ese mal trago varias veces, Dimebag Darrell, Gary Moore, Chris Cornell, Freddy Mercury, George Harrison, Layne Staley, Frank Zappa, B.B King, Lemmy Kilmister y desafortunadamente un largo etcétera.


Cada muerte supone una estrella menos en el inmenso firmamento, y con cada partida recibimos un regalo que siempre podremos disfrutar, y no es otro que un rico legado en forma de canciones que nos harán sentirnos acompañados en este policromático viaje que es la vida.
Existe un macabro grupo de idealistas natos, que se caracterizaron por su talento, y que por varias razones son miembros del mismo. Siempre ha existido un halo de controversia, con cada una de las muertes de estos artistas, ya que como ocurre con la mayoría de temas, sobre todo en Estados Unidos, se tiende a buscar mas allá de lo que se publica oficialmente. El famoso club de los 27 acoge en su seno a personajes del mundo de la música que murieron a la edad de 27 años, de ahí su nombre

En él figuran Robert Johnson, Jim Morrison, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Brian Johnson Kurt Cobain, y la última incorporación Amy Winehouse. La desgracia, y el vacío existencial determinado por ciertos sucesos oscuros y desgraciados, concuerdan con la historia resultante de cada uno de estos genios atormentados, que no gozaron de esa suerte que en ocasiones evade la venida de la muerte.







Es 4 de Octubre de 1970, la noche se apresura en caer en la ciudad de Los Angeles. La Full Tilt Boogie Band espera desde hace unas horas a que aparezca Janis Joplin para continuar las sesiones de grabación de su cuarto álbum Pearl, pero no parece que lo vaya a hacer. Su manager y amigo, John Cooke, siente algo raro, y decide acudir a su habitación en el hotel Landmark. La encuentra sobre la moqueta que recubría el suelo, semi desnuda, y fría junto a su cama. Una de las numerosas teorías pudo ser muerte por asfixia posicional, debido que al desmayarse, quedó en una posición que pudo bloquearle el flujo de oxígeno y por consiguiente le causó la muerte. No obstante la causa mas generalizada fue que consumió una heroína de una pureza muy superior, a la que acostumbraba a deambular por las calles de aquella ciudad en ese año. Nunca se ha logrado aclarar del todo esta muerte, ya que entre las incongruencias, nunca se encontró la jeringuilla, con la que supuestamente se inyectó la droga.

https://www.youtube.com/watch?v=Qev-i9-VKlY (última canción que grabó unas horas antes de morir)










Robert johnson, el dios del delta blues, también falleció en circunstancias extrañas. Unos dicen que hizo un pacto con el diablo para ser el mejor guitarrista de blues de la historia. Otros en cambio, apuntan a que fue asesinado por un marido celoso, quien envenenó su whiskey en la que sería su última actuación en el Three Forks de Mississipi. Su muerte se asemeja a las de sus componentes en este funesto club



Los astros se alinearon en una caprichosa forma, escupiendo el destino de estas pobres figuras mortales, dotándolas, de facultades excepcionales que les hicieron destacar, muy por encima del resto de sus contemporáneos, y que escribieron así con letras imborrables su aportación y liderazgo al mundo de la música. Espero que nunca se olviden estas historias, estas vidas aparentemente felices, estos maravillosos seres humanos, que sucumbieron por sus debilidades, que perdieron la batalla por los placeres mundanos, que sirvieron de sustento a una realidad que les pesaba mucho. Debemos honrarles escuchando su música, para adentrarnos en ese sentimiento que conforma el placer de caminar por su tiempo, y nutrirnos de ese arte especial, que nos ayuda a afrontar nuestros miedos, y que contribuye a hacernos mejores personas en el día a día.